miércoles, 23 de septiembre de 2009

yo voto, Yo Voto... YO VOTO, yO vOtO!!!!!... Emm... Yo no sé!

¿Me inscribiré cuando tenga 18? ¿Me interesa participar en política? ¿Tengo que hacerlo, aunque no me gustan los candidatos? Son interrogantes que hasta este momento nunca habían pasado, ni siquiera se habían asomado por mi cabeza. Es algo que creo que he omitido para no preocuparme y cuando llegue el momento recién pensarlo y decidir. Aún así es bueno opinar para ver el sistema de votación futuro, en el que probablemente yo seré partícipe directo.

Existen dos propuestas, ideas o sistemas para implantar en la forma de votar de la población chilensis: El actual y ya anticuado voto obligatorio, y la nueva y moderna inscripción automática. ¿En que consisten cada uno de estos experimentos del laboratorio político? Para eso, pasaremos a la cátedra de Política dada por mí.

Ejem, ejem…

El voto obligatorio es un sistema de sufragio que actualmente funciona en nuestros centros electorales. Este consta de la inscripción voluntaria del individuo, pero al inscribirse, este individuo queda condenado a sufrir la pena de sufragar en cada tediosa jornada de votación, aunque los candidatos no sean de su gusto o lo que proponen no les convence; y si es que llegase a no cumplir su condena, este es multado con un pago en efectivo por su irresponsabilidad social.

Seres amurrados, votando por cumplir con un deber y no con algo que les importe de verdad, desmotivados por la política misma. Esto hace que este sistema de elección popular no sea el más óptimo.

Ahora… Hay un nuevo sistema ya implantado en los países desarrollados europeos y obviamente en los Estados Unidos of América. Este al parecer sería el medicamento que va a remediar esta falta de interés nacional por la política, haría participar más a los jóvenes y por lo tanto unas elecciones más justas. ¡En fin! Parece que esto limpiaría la arena política… Pero, vamos al grano y expliquemos que es esta cosa: La inscripción automática (ya aprobada en nuestro país, pero como muchas otras cosas, esta se quedó estancada) consiste en que cada espécimen humano mayor de 18 años queda automáticamente adscrito en los registros electorales, por lo tanto mágicamente este tiene el poder del glorioso voto. Esto no quiere decir que el espécimen tenga el deber de ir a cada una de las elecciones para ejercer su opinión; ¡NO!, cada uno decidiría cuando quiere ir a votar, ya sea cuando el candidato de verdad me represente o cuando las propuestas yo las apoyo. Esto hace un voto más libre, donde verdaderamente los que quieran, votan.

Según mi opinión, la opción más acertada es la inscripción automática, porque haría al país más libre y con la opción de elegir, sin estar condicionado a hacerlo de por vida. Ahora, mi problema es nuevamente si Chile está preparado… Porque generalmente queremos estar a la vanguardia, como los países europeos, pero no nos resulta por nuestro tipo cultura y actitud frente a las cosas. Aún así, creo yo que la opción B es la mejor para la política nacional, haría las cosas más dinámicas, habría un mayor interés y por lo tanto una mayor participación, tanto de los adultos como de los jóvenes, que son los más alejados de esta área (esto me incluye!).

Para concluir y cerrar esta magnífica cátedra de Política, decimos que la mejor opción es la inscripción automática, pero de ahí a que salga y se implante en el país… Uhhhhhhhh!!!!

Señoras y Señores, vayan poniéndose cómodos, busquen una frazada y una almohada, porque tendremos que esperar… El Congreso Está Trabajando Para Usted :)

Gracias, Muchas Gracias, Nos veremos en mi siguiente cátedra...



Inlak'ech

BWR

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